La Casa de Apoyo a la Mujer está compuesta por profesionistas, voluntarias y pasantes de múltiples carreras universitarias; todas comprometidas con ayudarlas a quienes se les han arrebatado y violentado sus derechos, pues la inequidad entre géneros es un hecho, en términos de poder, de visibilidad, de remuneración económica, de seguridad, salud, e innumerables problemáticas más, que con el discurrir del tiempo han aumentado debido a la historia que nos compone, una historia llena de inequidades que se ha ido reproduciendo hasta la actualidad y la cual debemos de aprender a deconstruir para construir; pues reconocemos la necesidad de las mujeres de trascender en una gran variedad de ámbitos, reconocemos la necesidad  de libertad de desarrollo, y reconocemos que ante tantas desigualdades, ante la indiferencia y ante el silencio llega la indignación, la desolación, pero sobre todo, llegan los propósitos y acciones para corregir, llega las iniciativas del cambio y es aquí cuando el papel de la Casa de Apoyo a la Mujer se vuelve indispensable.